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La otra Mona Lisa

Una Mirada a la Joven de la Perla

La joven de la Perla es sin duda una de las obras maestras del pintor Holandés Johannes Vermeer; una pintura que logra captar la atención con sus delicados pero contundentes detalles y colores. 

Y es que no es para menos, esta pintura realizada entre 1665 y 1667 sigue siendo protagonista en el imaginario colectivo cuando hablamos acerca de la historia del arte.

Se sabe poco acerca de la vida de su autor, Johannes Vermeer. Sin embargo, podemos resaltar su obra, aunque reducida, como una de las más importantes y destacadas de Holanda. Y su nombre ha sido reconocido como uno de los artistas más importantes de la historia  de Holanda y el mundo. Su llamativa obra, retrata diferentes espacios cotidianos llenos de expresión e intimidad, donde la luz y el misterio de sus personajes juega un papel importante en la creación.

A lo largo de su carrera y pese a diferentes problemas financieros, Vermeer realiza alrededor de 36 destacadas pinturas. Finalmente, muere el 15 de diciembre de 1675 a sus 43 años. No obstante,  a partir de mediados del siglo XIX su pintura tuvo un amplio reconocimiento.

Una pintura que vale la pena visitar. ¿Pero?

¿Sabemos cuánto mide esta obra?

El cuadro de La Joven de la Perla mide tan sólo 46,5cm por 40cm y se encuentra actualmente expuesta en la galería Mauritshuis en los países bajos.

Te invitamos a conocer esta obra y las diferentes versiones que le rinden homenaje a la “Mona Lisa Holandesa''.

La Joven de la Perla es sin duda una de las pinturas más importantes de la historia, pertenece  al género Barroco, un estilo pictórico que se caracterizó por resaltar el trabajo de luz y sombra, además, de presentar gran complejidad y un interés por representar los sentimientos y emociones.

¿Sabías que la Joven de la Perla no es un retrato real sino un Tronie?

Un Tronie es género de pintura muy propio del Barroco flamenco holandés  que consistía en retratos donde resalta el rostro por una expresión facial bella y exagerada y cuya intención era mostrar las cualidades artísticas del pintor más que ser un complejo reflejo de la realidad.

Hasta el día de hoy, no se conoce quién fue el personaje que posó para Vermeer aunque muchos aseguran que fue su criada o su hija.

Sin duda, esta pintura capta la atención gracias a su mirada y peculiar joya, el detalle de una perla. Además, tiene como color protagonista el color azul, uno de los colores más caros de la historia. En definitiva, son múltiples detalles que la han convertido en “La mona Lisa Holandesa” y un gran referente para diferentes artistas y cineastas, quienes han recreado la vida de Vermeer y se han inspirado y desarrollado diferentes propuestas de esta pintura con lo mejor de su propio estilo.